Siete aciertos del Programa Nacional de Desarrollo Urbano
- uspdesarrollo
- 23 oct 2014
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Con el Día Nacional del Urbanismo a la vuelta y a seis meses de publicado el Programa Nacional de Desarrollo Urbano 2014-2018 (PNDU), he querido reflexionar sobre lo que me parece son siete aciertos que el mencionado documento contiene y que por lo tanto forman parte de la política del gobierno federal en materia de desarrollo urbano.
1.- Reforma Urbanística.- Un punto fundamental del Programa Nacional de Desarrollo Urbano es que, al menos en teoría, impulsa una reforma en el marco jurídico que regula la planeación, gestión y desarrollo de los asentamientos humanos y que promete una transformación profunda del sector basada en dos puntos fundamentales, primero la premisa del “Derecho a la Ciudad” y segundo, la institución de las zonas metropolitanas como unidad fundamental y funcional de la planeación urbana. Basta decir que esta nueva reforma deberá permear (y así lo establece el Programa Nacional de Desarrollo Urbano) a la esfera de competencia estatal y municipal para tener un efecto completo.
2.- Congruencia ambiental.- Desde hace algún tiempo se ha señalado la falta de congruencia que muchas veces guardan los ordenamientos territoriales urbanos y los ambientales. Al ser dos materias distintas, la urbana y la ambiental, cada sector establecía sus parámetros y criterios propios. Ahora, en el PNDU se establece un orden, donde lo urbano debe estar sujeto a lo ambiental, no solo por cuestiones jurídicas sino de viabilidad de las ciudades. Ahora todos los ordenamientos territoriales urbanos deberán incluir lineamientos ambientales y de prevención de la contaminación, pero sobre todo deberán sujetarse a los atlas de riesgo urbanos debidamente integrados, sin duda una medida tomada como consecuencia de acontecimientos de desastre en asentamientos que estaban localizados en zonas de riesgo y que no obstante los programas de desarrollo urbano respectivos los habilitaban para su ocupación.
3.- Movilidad sustentable.- Largo es el tema de la movilidad y el papel que juega en la estructuración de las ciudades, el cual es innegable. El contenido del PNDU implementa varias consideraciones sobre movilidad y ciudades compactas que pasan desde el fomento de modos de transporte no motorizado hasta la reducción de tiempos y distancias de traslado y el uso eficiente de los sistemas de transporte público masivo. En verdad creo en estos principios, en que ese es el camino correcto en cuanto a la movilidad, pero me parece que el verdadero valor, lo que realmente me parece un acierto es el elevar todo este cuerpo de estrategias y lineamientos a la categoría de Objetivo Central dentro del PNDU, pues esto rescata a la movilidad de ser únicamente un sector secundario a ser parte integral de la planeación urbana. Al convertir a la movilidad sustentable en un eje central de su política en materia de desarrollo urbano le da a este sistema la misma importancia y peso que sectores tradicionales como la vivienda han tenido…y eso es el verdadero avance.
4.- Restricción de financiamiento.- Las nuevas reglas del juego para los desarrolladores de proyectos urbanos incluyen previsiones para que el gobierno federal restrinja el acceso a financiamiento público a los proyectos que no cumplan con los lineamentos planteados por la SEDATU respecto a la ciudad compacta. Esto es, cero apoyos, incentivos y financiamiento a proyectos que pretendan seguir expandiendo las ciudades más allá de los Polígonos de contención urbana. En el papel, las restricciones deberían hacerse extensivas a las autorizaciones estatales y municipales en caso de que los desarrollos no cumplan con los lineamientos del PNDU respecto a expansión urbana, tenencia de la tierra, factibilidad ambiental y riesgos. Este punto es relevante ya que el retirar el apoyo gubernamental, financiero o de autorizaciones, es mucho más efectivo que solamente expedir un plano de usos de suelo para controlar la expansión urbana.
5.- Mercado de Capitales para el Desarrollo Urbano.- La creación de mecanismos para financiar la ejecución de proyectos urbanos ha tenido su antecedente en los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (FIBRA), los cuales, por su naturaleza, no combaten la especulación (cosa que me parecería batalla perdida) sino que la traslada a los mercados financieros con un efecto productivo notable: el impulso al desarrollo inmobiliario. Recordemos que desde el punto de vista del inversionista es mucho más fácil hacer que invierta con una oportunidad de negocio interesante que con castigos a su inversión. A la par de estos instrumentos, se encuentran la apertura de mercados de potencialidades de desarrollo y los mercados secundarios de vivienda en renta y usada, mismos que el gobierno federal busca activar.
6.- Creación de un Fondo Conacyt-Sedatu para investigación en desarrollo urbano.- No podemos hablar de planificar nuestras ciudades si no las conocemos. No podemos pensar en planificar, gestionar y administrar algo que no conocemos, sería algo así como intentar volar sin conocer los principios de la sustentación. Es fundamental impulsar la investigación científica en urbanismo de manera que contemos con un soporte de conocimientos sólido, objetivo y útil sobre cómo funcionan nuestras ciudades. Equiparar la investigación en urbanismo al mismo nivel que otras ciencias es el primer paso. Por eso esta acción me parece tan relevante pues seria ese primer paso hacia la construcción de un sistema nacional de investigación urbana que brinde información relevante para la toma de decisiones. Sin eso seguiremos tanteando, muchas veces con grandes y gravísimos errores, con el destino de nuestras ciudades.
7.- Entidades especializadas para la prestación de servicios públicos.- Se reconoce en el PNDU que es necesaria la inclusión de esquemas alternativos para la prestación de los servicios públicos. Estos han sido tradicionalmente brindados por los municipios, bien sea por administración directa o por concesión. Sin embargo existen otros esquemas administrativos que funcionan y en donde pueden entrar las asociaciones público-privadas. Por mi experiencia en SIRESOL CANCUN, sé que ese es un camino viable para gestionar los servicios públicos pues les permite una mejor operatividad y capacidad de respuesta que si permanecieran administrados de manera centralizada. Que no se equivoque la interpretación, no estoy a favor de la privatización de los servicios públicos, sino del cambio en su modelo de administración. Sin embargo, hay que saber llevarlos a la práctica.
Sin duda en el PNDU existen otros asuntos clave como la creación de nuevas centralidades para acercar el empleo a las personas, evitar la gentrificación y la aplicación de sanciones quedan como líneas de acción, como buenos deseos y no queda claro cómo se logarán. En otros aspectos como la sustitución de la Corett, si bien suena como un planteamiento interesante, en el fondo nos hubiera gustado una mayor profundización en el problema de la urbanización irregular de ejidos periféricos de las ciudades, más ahora que tanto el sector agrario como el urbano se encuentran en la misma secretaría federal.
Así pues tenemos un Plan Nacional de Desarrollo Urbano que se nutre de postuados del moderno urbanismo, pero que también nos presenta estos siete planteamientos que tienen la capacidad de modificar radicalmente el juego del ordenamiento territorial urbano en nuestro país por los próximos años.
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